Los daños ocasionados a terceros por causa de contaminación accidental en sucesos que se originen en las instalaciones propias o durante el desarrollo de la actividad de la empresa en cuestión, siempre y cuando no se produzca de forma intencionada o prevista, ni consentida, y que tenga un carácter repentino.

En una gran variedad de actividades e instalaciones, se requieren recomendaciones para asegurar la tranquilidad del negocio en caso de un posible daño accidental al medioambiente. Es importante contar con las coberturas más específicas y adaptadas a cada situación, para estar siempre protegido.